En este caso nos encontramos con un chalet adosado de tres plantas y sótano. Situado en una urbanización residencial en Huelva, destinado a una familia de cuatro miembros.

En primer lugar, realizamos cambios en los acabados principales de la vivienda. Sustituímos el suelo porcelánico por una tarima flotante laminada en roble de primera calidad y reemplazamos la cerámica de la cocina por un diseño más innovador y actual.

Hemos apostado por una mobiliario contemporáneo, funcional y agradable para conseguir un ambiente acogedor. Los elementos decorativos son sencillos y la gama de tonalidades está entre los tierras, acentuando con pinceladas de color en pequeños detalles.

Utilizamos papel pintado en las estancias principales a petición del cliente y estamos convencidos de que ha sido todo un acierto, ya que hemos aportado a la vivienda mucha personalidad y ayuda a que cada estancia tenga su propio protagonismo.

Estamos muy satisfechos de haber participado en este proyecto. Todos hemos aprendido y nos sorprendemos del alcance del diseño de interiores.